El Conocimiento

DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO

 

Una de las cosas que diferencia a los seres humanos, de los animales, es que los seres humanos somos los únicos que pasamos el conocimiento. Esto es para los que dicen, que no pueden aprender por libros, tratados, o por escuelas, y que se justifican diciendo, que en la antigüedad no existían los tratados, ni se pasaba el conocimiento, y que nadie aprendió por libros, que solo le preguntan a su muerto o su guía espiritual, y listo. Y estos son los que cometen los grandes crímenes y faltas, por la ignorancia.

 

En los tiempos antiguos, todos los maestros tenían las enseñanzas dé los libros, o tratados, en su cabeza, y se los sabían de memoria, así pues, todos aprendía por libros que sus maestros se memorizaban, y sus discípulos, a su vez, se lo memorizaban también, por eso todos los libros sagrados, están escrito como están, con números, con versos, con Güisas, etc. para ayudar a recordarlos.

 

El hecho de memorizar grandes obras literarias, no era nada nuevo para los africanos. Estos se sentían orgullosos de su excepcional memoria retentiva y eran considerados incomparables en este campo. Se sabe que algunos de ellos habían memorizado más de 3.000 Güisás del Ntuán. Por lo tanto, se mantuvo de principio a fin, un sistema dual de preservación; hablada y escrita, que hizo que las enseñanzas permanecieran hasta hoy.

 

Así que antes del tiempo de Padilanga, ya se había escrito todo, sobre todo, y existían las grandes librerías, hasta 2000 años antes de Cristo, ya los africanos en el norte, los egipcios, tenían todo escrito, y hasta puesto en murales y paredes, para que fuera conocimiento común, no se veían como los libros de hoy en día, porque lo que existían eran piedras, y rollos de pergaminos por libros, así que a los maestros no le quedaba más remedio, que memorizar todo, pues para cargar un libro o tratado, de aquel tiempo, se necesitarían como 10 mulas o camellos, y no eran suficiente para cargar dicho libro, pues eran rollos, y más rollos de pergaminos.

 

Los primeros signos escritos surgieron en África, Los antropólogos lo fechan en la aparición del Homo Sapiens, al hombre moderno, hace unos 40.000 años, aunque algunos estudios, indican que su antigüedad, se remonta a 92.000 años, con él nace el arte rupestre. Las manifestaciones artísticas más lejanas en el tiempo, se encuentran en África, y se extienden posteriormente al Viejo Continente, Australia y América.

 

Emmanuel Anati, paleontólogo italiano, conoce muy bien estas primeras inquietudes artísticas del ser humano. Tiene censados cerca de veinte millones de signos recogidos de 780 enclaves procedentes de las grutas, y cuevas de todo el mundo. A esto hay que añadir las obras realizadas en madera, hueso, y representaciones hechas sobre materiales orgánicos.

 

Anati ha encontrado profundas semejanzas en este universo artístico de la Prehistoria; objetos, personas, y animales, se agrupan en formas identificables llamadas pictogramas; conceptos colectivos, como flechas, bastoncillos, o referencias sexuales, se encuentran plasmados en signos repetitivos o ideogramas, y las inquietudes humanas, las emociones, y los sentimientos, se expresan en gráficos que Anati bautiza como psicodramas.

 

Este especialista italiano en arte rupestre, postula que todo este conjunto, es en realidad una forma de lenguaje, una escritura. Su prestigio avala esta teoría, que defiende, la existencia de una sintaxis primitiva y universal. Así, que ya sabes que muchísimo antes del tiempo de Padilanga, ya existían billones de libros y tratados.

 

Así que solo los ignaros o los grandes vivos, que se aprovechan de los demás para embaucar, dicen; El Palo se aprende preguntándole al muerto, y no con libritos.  Dicen; Ya eres palero, ya eres tata, o yaya. Y el nuevo palero, tata, o yaya, no sabe nada de nada.

 

Pero vale aclarar, que esto son los que llevan y causan, las grandes calamidades y desgracias, por no tener conocimiento alguno sobre la materia. Como dice el dicho; Si no sabes, para que te metes. Nea Onnim No Sua A, Ohu. Él que no sabe, puede aprender estudiando.

 

¡Que SambiaNpungo te de Luz, y te Acutare! ¡Kiwa! ¡Ajilam! ¡Malecum Sala!

!